martes, 25 de mayo de 2010

Dominó

La diosa fortuna decidió jugar al dominó con los edificios del barrio financiero. Con su dedo gigante golpeó al primero, este golpeó al siguiente y así, con gran estruendo, no quedó ninguno en pié. Cientos de ventanitas luminosas titilaron al caer. Los vidrios formaron flores brillantes en las veredas y en las plazas. Miles de oficinistas escaparon de sus jaulas. Algunos aletearon felices sobre el río, cantando canciones de su juventud que habían olvidado. Otros, los que nunca habían aprendido a volar, dibujaron manchas rojas sobre el asfalto.

3 comentarios:

  1. Mirá vos la diosa fortuna que no se vale de aviones ni de kamikazes. Ella vuelve felices las cosas. Un beso. Se la extraña. ¿por dónde anda?

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